VACUNAS

Cualquier persona que tenga intención de visitar un país en desarrollo o subdesarrollado, debe ir a un centro especializado en medicina del viajero o pedir cita con un médico antes del viaje. Esta cita debería llevarse a cabo al menos 4-8 semanas antes del viaje y sería mejor que fuera antes si se quiere hacer un viaje de larga duración o trabajar en el extranjero.

Los riesgos sanitarios que conllevan los viajes son mayores para ciertos grupos de viajeros, en los que se incluyen bebés y niños pequeños, embarazadas, ancianos, minusválidos, los inmunodeprimidos y aquellas personas que tienen problemas médicos anteriores al viaje. Cualquier viajero afectado por una enfermedad crónica debe llevar consigo la medicación necesaria para todo el tiempo que dure el viaje.

Se recomienda a todos los viajeros viajar con un seguro general de viajes y declarar cualquier estado de salud negativo. Se aconseja a los viajeros: 1) pedir información sobre los convenios recíprocos que haya sobre asistencia sanitaria, entre el país de residencia y el país de destino, y 2) conseguir un seguro médico especial, en destinos donde los riesgos sanitarios son elevados y la asistencia médica es cara o no es accesible de forma fácil. Para recibir información al respecto, deben dirigirse a las Direcciones Provinciales del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), donde se describen los acuerdos sobre prestaciones de asistencia sanitaria que tiene establecidos España con otros países.

- Riesgos Sanitarios Medioambientales:

En muchas ocasiones los viajeros sufren grandes y bruscos cambios en las condiciones medioambientales, que pueden tener efectos que menoscaben la salud y el bienestar (el viaje puede provocar importantes cambios de altitud, temperatura y humedad).

* La presión decrece al aumentar la altitud, lo que disminuye la presión parcial de oxígeno y causa hipoxia. En estas condiciones el cuerpo, que requiere al menos unos cuantos días para acostumbrarse al nuevo clima con éxito y que puede verse limitado por ciertos achaques, concretamente en las enfermedades pulmonares, se ve sometido a un estrés importante.

* Los viajes a altitudes elevadas están contraindicados en algunas enfermedades. Entre las más habituales están angina inestable, hipertensión pulmonar, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) grave y anemia falciforme. Los pacientes con enfermedad coronaria estable, hipertensión, diabetes, asma, EPOC leve y las mujeres embarazadas normalmente soportan la altitud, aunque necesitan un control.

* Los cambios bruscos de temperatura y humedad pueden tener efectos negativos para la salud. Estar expuesto a altas temperaturas y humedad causan pérdida de agua y electrolitos (sales) y puede provocar agotamiento por calor y golpe de calor.

* La exposición a la radiación Ultravioleta, concretamente la UVB, puede producir quemaduras solares que debilitan y fuertes insolaciones, mayormente en personas de piel clara, sobre los ojos puede causar queratitis aguda («ceguera de la nieve») y, el perjuicio a largo plazo produce cataratas, la exposición a la luz solar puede provocar una urticaria solar (forma crónica de urticaria asociada a picores, enrojecimiento de la piel).

* Las reacciones adversas en la piel ocurren por la interacción con muchos medicamentos como los antimicrobianos, que pueden producir fotosensibilidad y dermatitis fototóxica o fotoalérgica. Algunos tipos de medicamentos como los antimicrobianos y los anticonceptivos orales, igual que algunos medicamentos para la profilaxis antimalárica, pueden provocar reacciones negativas en la piel con la exposición a la luz del sol. Echarse algunos productos, como los perfumes que contienen aceite de bergamota u otros aceites cítricos, puede provocar reacciones fototóxicas de contacto.

* Gran variedad de enfermedades infecciosas significativas se propagan mediante el agua y alimentos contaminados.

* Para los viajeros, el principal inconveniente sanitario relativo al agua y los alimentos infectados es la «diarrea del viajero», que puede ser ocasionada por diversos agentes infecciosos.

* Los vectores son vitales en la captación de un gran número de enfermedades infecciosas (los mosquitos y las moscas hematófagas son insectos vectores de enfermedades, las garrapatas y ciertos caracoles de agua también actúan en el ciclo vital y en la difusión de enfermedades).

* Los repelentes de insectos son productos que se emplean en las zonas de piel expuesta o en las prendas de vestir para evitar el contacto entre el humano y el vector. El componente activo de un repelente repele a los insectos pero no acaba con ellos. Debemos disponer de un repelente que contenga DEET, IR3535 o Icaridin.


Se puede consultar el siguiente enlace del Ministerio de Sanidad para más información:

http://www.msssi.gob.es/profesionales/saludPublica/sanidadExterior/salud/consejosViajero.htm


  
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